miércoles, 4 de noviembre de 2009

Birdwatching. ZEPA Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes



A tan sólo 15 kms de Benquerencia comienza la Zona de Especial Protrección para las Aves "Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes".

Las aves, sin duda, son las que acaparan el protagonismo de la vida animal en este espacio natural extremeño, no en vano, el término municipal se encuentra, como decía anteriormente a sólo 15 kms. del área de Los Llanos de Cáceres. Esta zona está amparada por la figura de la Z.E.P.A. (Zona Especial de Protección para las Aves), la cual fue otorgada en el año 1989. El espacio protegido incluye las mejores zonas para las aves, quedando en gran parte limitado por los riberos del Río Tamuja y del Río Almonte, al oeste de la comarca. La superficie de la Zona de Especial Conservación incluye algo más de 70.000 hectáreas, pertenecientes a los términos municipales de Cáceres, Sierra de Fuentes, Torreorgaz, Torrequemada, Torremocha y Aldea del Cano.
Ello permite encontrarnos con todo un conjunto de aves protegidas entre las que destaca la avutarda. Actualmente acoge la mayor población de avutardas de Extremadura y la posiblemente la mayor densidad de la Península Ibérica, estando censados más de 2.000 ejemplares. Es la especie más característica, viéndose acompañada por otras como sisones, gangas, ortegas, aguiluchos cenizos, cernícalos, águilas culebreras, águilas calzadas, garcillas bueyeras o cigüeñas blancas.

Me centraré en la avutarda, (nombre científico, Otis tarda), el ejemplar más característico de la zona; las avutardas tienen el cuello y el pico largos y patas poderosas, en las que falta el dedo posterior. El plumaje es entre pardo y grisáceo, con frecuencia moteado o con franjas más oscuras. Tienen un ensanchamiento bajo el paladar, que se extiende por el cuello y que puede inflarlo y utilizarlo como exhibición, durante el cortejo. La hembra pone de uno a cinco huevos, y cuida de los polluelos durante mucho tiempo. Las avutardas son omnívoras.
De gran tamaño, esta gruiforme está ya en el límite de peso por encima del cual tendría que renunciar al vuelo. La avutarda propiamente dicha, es una de las aves voladoras de mayor tamaño, con una envergadura de ala de más de 2,4 m, y un peso de más de 18 kg. Son aves desconfiadas que transitan en grandes bandos que, vistos de lejos, se asemejan más a un rebaño de ovejas que a un grupo de aves que caminan lentamente sobre los campos de cereal.
Cuando los fríos del invierno empiezan a remitir, los machos, ya en el esplendor de su plumaje, se preparan para los ritos nupciales. Agrupados en el algún lugar prominente de la llanura, comienzan una espectacular exhibición ahuecando su plumaje mientras infla de aire un saco que posee en el cuello. Los nidos, construidos en el suelo, no son más que un aplastamiento de la vegetación circundante a modo de encame y donde la avutarda pone generalmente sus huevos.

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