Mostrando entradas con la etiqueta Rutas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Rutas. Mostrar todas las entradas

martes, 8 de marzo de 2011

Rutas en coche: de Benquerencia a Cáceres


















Pinchando en el mapa y descripción pueden ampliar el tamaño.

Partimos desde la población de Benquerencia dirección hacia Cáceres.

1. Salimos de la localidad por la carretera CC-10.4 hasta llegar a la EX-206. En el camino podrán ver inmensos bosques de encinas y olivos. Atravesarán un puente a su paso por el arroyo Valdecornoque, cuyo camino situado a la derecha nos conduce hasta la ruta del Pantano del Prado o más conocido como Pantano de Valdefuentes, entre las zonas denominadas Las Acciones y Las Barreras. Continuamos el camino, no sin antes poder ver ejemplares de cerdos autóctonos en la montanera, de tan afamado jamón de bellota. Una vez en el cruce, tomaremos dirección hacia Cáceres por la EX-206, que nos conduce hasta la población de Torremocha.

2. Antes de llegar a esta población, visitaremos la Ermita de Torrealba, que pertenece a dicha población. Es una obra de carácter popular con restos del siglo XVI, pero dominan en el edificio las renovaciones modernas.. El Retablo, neogótico del siglo XX, es de un cuerpo con hornacina en la que se aloja la imagen de la Virgen de Torrealba del siglo XVIII. Popular es su romería de la “Pica”, celebrada el Martes de Pascua.


3. Torremocha, localidad con rico casco histórico donde abundan sus ermitas e iglesias. Entre ellas destacamos la Iglesia de la Asunción, obra barroca del siglo XVIII, aunque conserva restos, en la parte inferior de la torre, probablemente del siglo XVI, o la Ermita del Cristo del Humilladero del siglo XVIII.




4. Llegamos a Torrequemada, conocida sin duda por sus excelentes cochinillos asados. Pero no menos fama tiene su Ermita del Salor (5.) monumento de Interés Cultural, en honor a la Virgen del Salor, que toma su nombre del río que pasa por sus inmediaciones. Es de estilo gótico-mudéjar y barroco, de los siglos XIV- XV y XVII. Debió de comenzarse en el s. XIII, después de la reconquista del territorio y se relaciona con una fundación templaría. Se trata de un edificio de mampostería, sillería y ladrillo. Sobresalen sus pinturas murales al fresco.

6. Siguiendo la carretera llegamos hasta Torreorgaz, donde pueden visitar su Iglesia Parroquial de San Pedro, obra barroca con elementos del S. XVI. Además pueden visitar la Torre del Cachorro, construcción defensiva del siglo XIII, que da nombre a la localidad y que se encuentra situada a 1.5 kms de la localidad.



7. A pocos kilómetros de Torreorgaz nos encontraremos con un cruce que nos guía hasta Sierra de Fuentes tomando la salida de la derecha. En la localidad pueden visitar la ermita del Risco, perteneciente al siglo XVIII y de estilo barroco. En ella se venera la imagen del Cristo del Risco, que es una talla policromada del siglo XVI. Se encuentra situada en la sierra del Risco a 664 m. de altura, a pocos kilómetros de la localidad. También pueden hacer una visita al Centro de Recuperación de la Fauna y Educación Ambiental “Los Hornos”, que dispone de las instalaciones más modernas y eficaces para curar y recuperar las lesiones de animales salvajes e investigar para la conservación de especies amenazadas. Previa cita les ofrecen una visita guiada. ( 927200170)



8. Saldremos de la localidad dirección a la A-58 hasta Cáceres. Su origen se remonta a la época romana y ofrece un conjunto histórico artístico y cultural admirable, donde su casco histórico conserva magníficamante palacios, casas señoriales, plazas, conventos e iglesias, algunas tan importantes como la Concatedral de Santa María, de marcado estilo románico de transición al gótico. En este escenario histórico, donde no faltan interesantes museos, se desarrollan actividades culturales como festivales de teatro o el célebre WOMAD y su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Regional que atrae a miles de visitantes.

Resultan interesantes las visitas a la Minería de Extremadura en Aldea Moret y el Centro Campamento Castra Caecilia (Cáceres el Viejo). Para más información pueden dirigirse a las Oficinas de Turismo de Cáceres en :
C/Ancha, 5 Telf. 927 247 127
Plaza Mayor, 3 Telf. 927 010834

O en la Oficinas de los Guías oficiales, donde podrán concertar una visita guiada por el casco histórico: Plaza Mayor, 2 Telf. 927 217 237.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Ponte las Botas y Encuentra el Jamón

Regresa, con nuevos bríos, en esta edición 2010

Tras el éxito de las ediciones anteriores la prueba-concurso Ponte las botas y encuentra el jamón, en su 3ª Edición, viene cargada de novedades y acción para los amantes de la naturaleza, del senderismo, del deporte de la Orientación y, por supuesto, para aquellos que gustan disfrutar de su tiempo libre y de la buena gastronomía en el extraordinario entorno de Montánchez.

Es un proyecto enmarcado en el enfoque LEADER, cofinanciado por FEADER.

FECHAS: 23 y 24 de octubre de 2010.

INSCRIPCIONES: Hasta el 17 de octubre de 2010, en

ON-LINE

encuentrajamon@adismonta.com

Fax: 927 38 90 41
 
Más info.

martes, 12 de enero de 2010

Ruta del Castañar. Montánchez

Distancia: 2 Km.

Desnivel: 50 metros

Tiempo aproximado: 1 hora

Dificultad: baja

La Ruta del Castañar está señalizada con postes rojos y parte de la Plaza de Toros en dirección al Sur.

Tras atravesar varios campos dedicados al cultivo de la vid se adentra en el bosque de castaños siguiendo un camino empedrado. Nada más pasar un depósito de agua se abandona el camino y se toma un sendero a la derecha, dirección Oeste, entre los castaños que llega de nuevo a un camino ancho que tomaremos hacia la derecha y nos llevará al punto de partida.


A través de un cómodo paseo esta ruta nos permite disfrutar del magnífico espectáculo cambiante que ofrece el bosque de castaños a lo largo del año, dándonos la sensación de estar visitando una ruta distinta en cada estación que la visitemos. Los cambios los apreciaremos con todos los sentidos: la vista se nos llenará de amarillos, verdes, rojos, o grises; el oído se deleitará con las sinfonías interpretadas por distintas aves del bosque acompañadas o no por el rumor del viento en las copas de los árboles; mediante el tacto percibiremos la frescura del bosque en verano o el mullido manto húmedo de hojas y musgo que cubre el suelo que pisamos en invierno; el olor dulce de las flores de castaño nos indicará la primavera y el de los hongos el otoño lluvioso; también el gusto puede encontrar recompensas en este recorrido pues son muchos los comestibles que encontramos a cada paso: castañas, moras, setas, espárragos y acederas son algunos ejemplos.

martes, 5 de enero de 2010

Ruta de Donde Nace. Montánchez


Distancia: 8 Km.

Desnivel: 250 metros

Tiempo aproximado: 2 horas

Dificultad: media

La Ruta de Donde Nace está señalizada con postes azules y nos permite recorrer gran parte de los ambientes presentes en la sierra lo que la hacen especialmente atractiva. Partiendo de la Plaza de Toros y siguiendo un camino empedrado en dirección Sur atravesaremos bosques de castaños y alcornoques, zonas de matorral y campos de vid y olivo hasta llegar al nacimiento del Arroyo de Los Molinos. Como su nombre indica, en las orillas de este Arroyo se localizan más de una treintena de molinos que aprovechaban la fuerza del agua para transformar el grano en harina y cuya antigüedad oscila entre la época romana y principios del siglo pasado. El paisaje aquí es espectacular, gracias a la armónica conjunción de la obra de la naturaleza con la del hombre: molinos, acequias, infinidad de bancales que sostienen olivares en las inclinadas faldas de la sierra y antiguos caminos serpenteantes que nos acercan a todo ello.

Poco después del último molino la senda se encamina hacia el Norte. La ascensión al pico Montánchez de 994 m. nos permite disfrutar de una magnífica vista, pudiendo contemplar, gracias a su céntrica situación geográfica, la región extremeña de Norte a Sur.

Regresamos entre cultivos y prados de montaña y finalmente un tupido bosque de castaños sonde se hallan antiguos y bellos chozos de piedra

domingo, 27 de diciembre de 2009

Ruta Basílica Santa Lucía del Trampal


Localización: Alcuéscar y su término municipal se encuentran enclavados dentro de la comarca cacereña de la Sierra de Montánchez, al sur de Cáceres y no muy lejana de Mérida, pudiéndose acceder a esta población desde cualquiera de estas tres ciudades antes mencionadas y que están distanciadas a menos de 40 kilómetros. Desde Benquerencia, podemos acceder tomando la carretera del camino de Salvatierra de Santiago hasta llegar al cruce de la Torre de Santa María, donde cogeremos la carretera dirección hasta Montánchez y en el "Parador de Padrino"(rotonda) dirección a Alcuéscar.

Longitud: 15 Kilometros.

Duración: 4 horas.

Dificultad: Baja.

Época recomendable: Otoño, invierno y primavera.

Recorrido

Iniciamos la ruta desde la plaza principal de la población de Alcuéscar, localidad cacereña llena de historia donde aún hoy día se observan casas señoriales sobre las que destacan interesantes escudos. En la Plaza de España antes nombrada encontraremos indicada la dirección que debemos de tomar para llegar a la Basílica Visigoda de Santa Lucía del Trampal.

Desde la salida de Alcuéscar iremos encontrando la vegetación y el arbolado que nos va a acompañar casi en la totalidad de nuestro recorrido; nos referimos a inmensos alcornocales muchos de los cuales nos mostrarán sus troncos sus troncos rojos o pardos por motivos de la tradicional “saca” del corcho tan apreciado en estas tierras.

A los pocos kilómetros y a nuestra derecha encontraremos sobre una pequeña elevación la figura impresionante de la Basílica de Santa Lucía, recientemente restaurada y enclavada en pleno paraje natural. Esta Basílica se debió estar utilizando hasta el siglo XIX, perdiéndose para el culto y arruinándose el edificio, redescubierto en 1980 y posteriormente magníficamente restaurada.

Desde la Basílica descenderemos entre alcornocales y a través de algunos cortafuegos hasta las cercanías de la Charca de Valderrey, desde donde iniciamos nuestro regreso hasta Alcuéscar tras salvar las aguas del regato de Navarredondo. En esta zona es fácil observar algunas aves que gustan de pescar durante algunas horas del día sobre las aguas de la charca.

Algo más de un kilómetro después nuevos alcornocales nos esperan, que cruzaremos y ascenderemos divisando a nuestra izquierda la Sierra Centinela que ya conocíamos cuando iniciamos la ruta en dirección a la Basílica. En estos alcornocales es típico encontrar muy buenas muestras de cerdos ibéricos y, sobre todo, ganado vacuno que pasta durante todo el año por estos parajes.

Las cercanías de las sierras limítrofes hacen de este lugar, ya de por sí atractivo para las aves, una zona abundante en pequeñas rapaces que cazan entre la arboleda existente y buitres y cigüeñas que se divisan desde muchos puntos del recorrido.

Curiosidades

Amplios alcornocales y encinares donde se crían ganado vacuno, porcino y ovino, rodeado de monte bajo y matorral mediterráneo. Interesantes muestras del patrimonio histórico artístico de la localidad de Alcuéscar, sobresaliendo la Basílica hispano visigoda de Santa Lucía del Trampal, que a su atractivo artístico suma el bello paraje natural sobre la que está enclavada.

Fauna y flora propia de estas serranías donde abunda el bosque mediterráneo, hábitat ideal de ciervos, jabalíes, perdices, liebres y conejos y un importante grupo de aves y rapaces.

Ruta de los Alcornoques. Alcuéscar

Esta ruta transcurre por bellos paisajes de la falda de la Sierra del Centinela rodeados de extensas dehesas de alcornoques. En el recorrido nos encontraremos con la Basílica hispano-visigoda de Santa María del Trampal, un sorprendente tesoro histórico.

Recorrido: 15 km.

Dificultad: media-baja

Partimos de la Plaza de España de Alcuéscar, siguiendo las indicaciones hacia la Basílica de Santa Lucía del Trampal.

Saldremos a la pista que nos lleva hacia la basílica y pronto nos encontraremos con el paisaje típico que nos acompañará a lo largo del recorrido: extensas dehesas de alcornoques y abundante vegetación junto al camino.

A unos 3 kilómetros encontramos junto a la pista el centro de interpretación de la basílica y subimos hasta el templo, situado a media ladera y rodeado de algunos olivos.

Tras visitar la basílica volvemos a la pista y seguimos por la misma (hacia la derecha) unos 500 metros. A la derecha podremos ver el Manantial del Trampal y los restos del antiguo molino de agua, situados junto a un huerto de naranjos.

Volvemos a la pista y continuamos el recorrido en el mismo sentido de la marcha hasta cubrir unos 3 kilómetros. Nos encontramos un camino a la izquierda que baja hasta la Charca de Valderrey.
Ahora tenemos la opción de volver sobre nuestros pasos por la pista que nos llevó hasta la basílica o seguir a través de los alcornocales.

Para completar la ruta por la dehesa seguiremos hacia el noreste desde la charca, hasta cruzar el regato de Navarredondo, y a partir de ahí hacia el norte, siguiendo el camino entre los alcornoques y dejando a la izquierda la Sierra Centinela.

Más info.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Ruta de los molinos



Distancia: 15 Kms. aproximadamente.
Duración: 2 horas aproximadamente.
Dificultad: media.
Tipo de sendero: camino y camino empedrado.
Tipo de recorrido: Circular.
Modalidad de ruta: a pie.
Emplazamiento: entre Montánchez y Arroyomolinos.
Época recomendada: cualquier época es recomendable.
Interesante: Los cuartos o sala de molienda de algunos de los molinos han sido reconstruidas como albergues. Todo aquel que desee quedarse en alguno solo tiene que llamar al Ayuntamiento y pedir la llave. El teléfono es 927 38 50 02.
Recomendaciones: llevar buen calzado.


La Ruta de los Molinos serpentea por ladera y gargantas de la Sierra de Montánchez, uniendo el pueblo de Arroyomolinos con el de Montánchez a través de una compleja trama de caminos, sendas y veredas. La Sierra de Montánchez pertenece, junto cona las Sierras de Guadalupe y Villuercas y la Sierra de San Pedro, al sistema montañoso de los Montes de Toledo, que separa las cuencas del Tajo y el Guadiana. Tiene una altura aproximada de 1.000 m. en su cota mas alta, estando formada por un conjunto montañoso, algo laberíntico, con singulares promontorios rocosos de granito lo que confiere un carácter inhóspito a sus cumbres.

Las características geomorfológicas de la Sierra configuran la existencia de infinidad de pequeñas gargantas y torrenteras por las que el agua desciende hacia la llanura.
La Sierra de Montánchez posee una gran variedad de ambientes caracterizados por el tipo de vegetación predominante en ellos. Castañares, melojares, alcornocales y encinares con su matorral asociado y aclarados en diferentes grados, huertos, olivares y viñedos, prados húmedos y garganteas con la vegetación típica de estos cursos de agua como sauces y juncos. Es, precisamente, la combinación de las diferentes series de vegetación con la intensa acciónc del hombre lo que confiere al paisaje que contemplamos durante la Ruta, su peculiaridad, variedad y belleza.

"La Ruta de los Molinos" puede iniciarse tanto en Arroyomolinos como en Montánchez. Si elegimos Montánchez como punto de partida es interesante aprovechar para visitar su impresionante castillo y recorrer el casco antiguo de la localidad. Montánchez está a unos 700 m. de altitud, por lo que la ruta, desde aquí, ese en sentido descendente. Iniciaremos nuestra andadura por uno de los caminos que parten desde la Residencia León Leal de la Diputación Provincial de Cáceres en dirección sur. Caminamos por antiguos caminos de herradura que conservan el empedrado en muchos de sus tramos, adentrándose en el corazón de la sierra.

Durante casi todo el recorrido los caminos y sendas están flanquedados por muros de piedra que desde hace siglos sirven como lindes y cerramientos de las parcelas; cada cierto tiempo estos muros se interrumpen por la presencia de portales, típicas estructuras adinteladas con grandes losas de granito o vigas de castaño, que dan acceso y, quizás, un cierto prestigio a las fincas a la vez que pudieron servir como refugio en caso de mal tiempo. El paisaje que nos acompaña en esta primera parte de la Ruta está formado por olivos, viñas, higueras, encinas y alcornoques, jaras y retamas.

Los animales domésticos son una parte fundamental del entorno. Durante todo el recorrido veremos vacas, cerdos, ovejas, caballos, pastando a sus anchas en los diferentes cercados. Especial mención merecen los burros, muy abundantes aún en este ambiente serrano y cuyos servicios son requeridos por los lugareños que, montados en sus lomos, acuden cada día a cuidar sus campos, inaccesible en otros medios de transporte.

Poco a poco nos vamos introduciendo en la freca penumbra que proporcionan los bosques de castaños. Los muros de piedra están aquí especialmente cargados de vida y colores: musgos, líquenes, ombligos de Venus, sedum... atraen nuestra atención como habitantes de un país mágico. Pero hay otras bellezas escondidas en el castañar como las delicadas orquídeas, los narcisos y un sin fin de pequeñas flores más. El bosque no es silencioso, nuestro paseo irá acompañado de los cantos de currucas, ruiseñores, oropéndolas, mirlos, el tamborileo del pico picapinos sobre los troncos y del murmullo del viento en las copas.

Saliendo del castañar, y tras caminar un trecho rodeados de robles, encinas, retamas y olivos, el camino empedrado comienza a descender. La falda opuesta a la que nos encontramos nos proporciona una magnífica visión de los antiguos bancales de piedra que posibilitan el cultivo de olivos con tanta pendiente. También se descubren los primeros molinos en el fondo de la garganta. Ya se divisa el pueblo de Arroyomolinos y entre los dos montes que flanquean la salida del Arroyo, podemos contemplar las extensas dehesas de Cornalvo. La Sierra de Montánchez es rica en torrentes, manantiales y fuentes y conforme descendemos podremos apreciar algunos de ellos. Allí la vegetación es mucho más exuberante, los robles alcanzan un buen porte y el aire se impregna del aroma de las mentas.

Abandonando el camino principal que veníamos siguiendo tomamos uno a la derecha que continúa descendiendo y que nos lleva a uno de los primeros grupos de molinos. Nos encontramos ya en el interior de la llamada Garganta de los Molinos, en cuyos márgenes se asientan una treintena de estas construcciones. La antigüedad de los molinos fluctúa entre la época romana, de la cual datan los fundamentos de varios de ellos, hasta el siglo XIX, cuando fueron construidos los más modernos. Algunos de estos molinos han estado en funcionamiento hasta los años sesenta.

Los molinos de Montánchez y Arroyomolinos son de tipología "de sierra", siendo la mayoría de ellos, de mampostería aunque algunos estában construidos con sillares perfectos. Su función era la de convertir todo tipo de cereales en harina. Están constituidos por una charca, para el almacenamiento del agua que venía del arroyo por una acequia. De la charca el agua pasa, a través de una compuerta, por un canal elevado que la lleva hasta el pozo, por donde se precipita con una caída de unos 4 m. que le imprime la fuerza necesaria para poner en movimiento la piedra de moler superior, gracias a una rueda y un eje que transmiten la fuerza del agua a la piedra. Las dos piedras de moler, colocadas una sobre otra, se hallaban junto a la base del pozo, en el interior del cuarto. El agua, una vez cumplida su misión, vertía de nuevo en otra acequia que la transporta hasta la charca del molino siguiente, de manera que era reutilizada.

Los diferentes molinos o grupos de molinos se van sucediendo conforme descendemos por la garganta por una vereda estrecha. Hay que fijarse bien pues los más antiguos se encuentran, en ocasiones, camuflados entre la vegetación o forman parte de los fundamentos de otros más modernos. En casi todos los molinos puede observarse muy bien la charca, el canal y el pozo y también las piedras de moler; el cuarto suele estar más deteriorado y sólo alguno de ellos conserva la bóveda original. Aunque muchos tramos de acequias se han perdido la contemplación de los molinos en sus diferentes estados de conservación así como del conjunto nos puede proporcionar una idea bastante clara del funcionamiento encadenado de todo el sistema.
Además de los molinos, durante el descenso de la Garganta también podremos disfrutar del vuelo de algunas de las rapaces que habitan en la zona como el Águila Perdicera, el Águila Calzada o el Alimoche; y si nos pilla el atardecer escucharemos al Gran Duque, el Búho Real.

Con la sensación de haber visto algo muy singular llegamos a Arroyomolinos, donde podemos hacer un alto en el camino y aprovechar para visitar la Parroquia de Nra. Señora de la Asunción del siglo XVI-XVII, la Ermita de San Sebastián y la Parroquia de Nuestra Sra. de la Consolación que guarda una tabla del siglo XV de gran valor pictórico.

Dispuestos a ponernos en marcha y ya con las fuerzas renovadas, partiendo desde la Plaza y siguiendo las señalizaciones entre estrechas y enjalbegadas calles con sabor a pueblo, llegamos al lugar donde comienza el camino de La Garganta. En este lugar, nos encontraremos con un pilón que en cualquier época del año incluso en el estío, nos es muy útil para llenar las cantimploras de fresca agua desde su caño superior.
Cercanas al pilón, existen una serie de señalizaciones que nos indican un camino con un curioso nombre “Camino de la Piedra del Dedo Meñique”. Bien merece la pena seguirlas aunque suponga un pequeño desvío de unos 400 metros.

En ese lugar, nos encontraremos una roca granítica cercana a las cuarenta toneladas, la cual empujada con la mano en determinados puntos permite su movimiento. Una vez hayamos logrado balancearla o como aquí se dice “menearla” y sintiéndonos unos forzudos por mover ese tonelaje, desandamos el camino hasta el lugar donde nos desviamos.
Una vez allí, solo tenemos que seguir el camino cementado en el cual veremos colocadas unas recientes señalizaciones informativas del plano de la ruta.


Emprendemos el regreso a Montánchez por un sendero entre dehesas de encinas que nos lleva hasta un ramal del antiguo Camino Real de Mérida por donde comenzamos el ascenso por la vertiente más occidental de la sierra. Es un camino ancho, empedrado y de pendiente suave; la vegetación varía de alcornocales y encinares a olivares aunque lo más característico de esta parte de la sierra es el matorral, constituidio por retamas y codesos y que, en función de la estación del año en la que nos encontremos, dotan de un colorido diferente el paisaje: verde, blanco o amarillo.

La subida nos permite tener una espléndida panorámica sobre Alcuéscar, la Sierra de San Pedro y la penillanura en donde los reflejos de la luz sobre el agua de los diversos embalses cercanos no pasan desapercibidos.
De repente, detrás de una loma se divisa el Castillo de Montánchez y ya en las cercanías del pueblo, junto al Arroyo del Lugar, nos topamos con nuevos molinos aunque estos son menos visibles que los de la Garganta. Forman aún línea de 7 molinos, de los cuales, los dos primeros se encuentran en el mismo pueblo. Junto a uno de estos molinos de agua también pueden verse las ruinas de otro tipo de molino, un molino de aceite o almazara, de los que hay varios en Montánchez.

Para terminar la ruta, podemos degustar unas raciones del famoso jamón de Montánchez, disfrutando, también del agradable ambiente y hospitalidad que brinda esta localidad.

martes, 3 de noviembre de 2009

Ruta encina La Terrona

Distancia: 11 kms.
Duración: 4 horas aproximadamente.
Dificultad: baja.
Tipo de sendero: carril de tierra.
Tipo de recorrido: circular.
Modalidad de ruta: a pie, caballo, mountain bike, todo-terreno, coche...
Emplazamiento: entre las poblaciones de Zarza de Montánchez y Salvatierra de Santiago.
Época recomendada: otoño, invierno y primavera.

Esta maravillosa ruta está a tan sólo 7.5 kms de Benquerencia. Saliendo desde la localidad cogemos el camino vecinal denominado como "camino de Salvatierra".
A su paso podemos observar el bosque mediterráneo que se manifiesta en la dehesa Extremeña. Se pueden ver ejemplares de aves comunes como pueden ser la cigüeña común, jilguero, rabúo, mirla... aproximadamente a unos 3 km podemos visitar el Puente Romano del río Santa María. Llegaremos al cruce que une Trujillo con Montánchez, donde se puede leer el recorrido para comenzar la ruta de la encina Terrona. Este recorrido se puede hacer tanto en coche como andando por mencionado camino vecinal hasta la localidad de Zarza de Montánchez.

Una vez se llega a la población de Zarza de Montánchez, la ruta comienza en la Piscina Municipal, en la cual está indicado el camino que lleva hasta la Encina Terrona, que se encuentra a menos de dos kilómetros.
Entre encinares transcurre buena parte del camino, que en el primer tramo cruza el río Tamuja y un bello puente medieval que salva las aguas de éste. Al poco tiempo divisamos a nuestra izquierda el paraje donde se encuentra la Encina Terrona, declarada Árbol Singular de Extremadura y que tiene una edad aproximada de 800 años.


Volvemos al camino y en dirección norte continuamos hacia Salvatierra de Santiago, observando a nuestra derecha el paraje conocido como la Charca de las Lindosas, donde podemos observar algunos batracios, gallipatos y tritones; junto a ella una Fuente con el mismo nombre.
Más adelante, a unos 500 metros, volveremos a ver una nueva charca y otra fuente; tras estas tomaremos el primer camino a la izquierda que nos llevará a un cruce en el cual utilizaremos el camino de la derecha, hasta otro próximo en el que nuevamente seguiremos nuestro sendero por la derecha que nos acercará al Arroyo de los Pocitos con pasarelas de piedra.

En los siguientes cruces tomaremos la opción de continuar hacia el frente, que nos permitirá llegar hasta la Ermita de Santa Catalina y a la localidad de Salvatierra de Santiago, desde la cual iniciamos el camino de vuelta a Zarza de Montánchez, utilizando para ello un antiguo cordel durante 4 kilómetros que antaño comunicaba Mérida con Trujillo y Toledo, vieja calzada por donde en marzo de 1526 pasó Carlos I para pernoctar en el Hospital de Peregrinos que tenía en esos tiempos Salvatierra de Santiago.

Cruzamos el río Tamuja y, nuevamente caminando por el anterior cordel, llegaremos hasta el Arroyo de Berrillo que cruzamos hasta que más adelante y a nuestra izquierda aparece un camino que nos lleva hasta la localidad de Zarza.

Son tierras llenas de historia donde es fácil encontrar viejas calzadas, cordeles y cañadas, donde la trashumancia tuvo un papel vital en la historia de estas tierras durante siglos.
Castros prerromanos, Hospital de Peregrinos, tumbas antropomórficas excavadas en el granito, puentes medievales y un paisaje lleno de encantos naturales, en el que sobresale una de las encinas más grandes y antiguas del mundo, La Terrona, declarada Árbol Singular de Extremadura.
La flora y la fauna de la zona pertenece a la propia de las dehesas extremeñas y de las serranías lindantes de Montánchez, con abundancia de encinares, alcornocales, jara, monte bajo y un buen número de rapaces.