jueves, 24 de noviembre de 2011

ADISMONTA presenta el libro “Gustos y regustos de la Sierra de Montánchez y Tamuja” en el Patronato de Turismo, Artesanía y Cultura Tradicional de la Exma. Diputación de Cáceres

El libro describe un recorrido por las costumbres gastronómicas de los pueblos de la comarca, fruto de una profunda investigación realizada por el propio autor mediante entrevistas a los lugareños de estas tierras, lo que supone “una recopilación de vivencias entrañables” según manifestó Álvaro Arias Rubio, Diputado de Turismo, Deportes y Juventud de la Diputación de Cáceres durante el acto de presentación.


También destacó este aspecto el Vicepresidente de ADISMONTA, Álvaro Luis Merino Rubio, al incidir en que el libro "refleja las vivencias de cuando éramos pequeños y recuerda a los antepasados". Manuel Bautista, Director Gerente de ADISMONTA quiso agradecer a las mujeres de la comarca, muchas de ellas presentes en el acto, la contribución realizada a este proyecto como depositarias de un conocimiento ancestral. Señaló, además, que es este un libro que "busca emocionar por el nuevo tratamiento que ofrece, ya que aúna historia, cultura, paisaje y paisanaje: no es libro de historia, sino de saberes; y no es un recetario, pero transmite gustos, olores y sabores". El agradecimiento se extendió también a Emilio Mariño, propietario del Museo Etnográfico que recientemente ha abierto sus puertas en Aldea del Cano, por prestar su imagen para la mayor parte de las ilustraciones del libro y que ambientó el patio del Palacio de Carvajal de Cáceres para la presentación.

El autor, Antonio Gázquez Ortiz, mostró su entusiasmo al ver finalizado un trabajo que le ha aportado grandes satisfacciones por los "buenos ratos" pasados con las personas a las que entrevistó, recordando que los destinatarios del libro son también los más jóvenes, que deben aprender a valorar la sabiduría de sus abuelos.

La publicación, de carácter antropológico, busca las singularidades propias del territorio en lo referente a usos y costumbres gastronómicas, sin dejar de lado los cacharros y utensilios típicos de esta cocina tradicional. Un paseo por todos y cada uno de los pueblos de la comarca de la Sierra de Montánchez y Tamuja recogiendo costumbres ancestrales que se plasman en la sabia transformación de los frutos de la tierra en platos únicos que, en algunos casos, todavía humean en nuestras cocinas, y otros ya solo quedan en el recuerdo de las abuelas. Del desayuno a la cena, de la vitualla habitual al festín de los convites, de la gastronomía de subsistencia al coqueto alarde de la dulcería, todo bien ordenado en una fuente de recuerdos, en la que costumbres, dichos y redichos ponen la sal con la que despertar nuestra sensitiva memoria.

Este interesante esfuerzo realizado desde ADISMONTA por conservar y mejorar el patrimonio rural culmina con un recetario detallado de los sabores más nuestros que todavía sorprenden a los viajeros que nos visitan.


( Ceder )

Periódico Comarcal Sierra y Llano

Llega la temporada de las aceitunas

Llega la temporada de la recolección de aceitunas y hay que preparar bien todos los aparejos para su recogida. Para ello les contaré un poquito de las características, recolección y extracción de aceite de las aceitunas.

El olivo, cuyo nombre botánico es Olea Europea Sativa, es una planta de hoja perenne que, según las áreas geográficas de crecimiento, presenta variedades diferentes

El olivo es un árbol que puede tomar dimensiones y formas muy variables. Tiene hojas largas de una media de 5 a 8 centímetros, verdes en la parte superior y grises plata en la parte inferior, que viven una media de unos 3 años. El tronco aparece gris-verde y liso hasta aproximadamente los diez años; luego se vuelve nudoso, con surcos profundos y retorcidos y toma color oscuro, casi negro. Las raíces tienen muchas ramificaciones superficiales que desarrollan la mayor parte de la actividad de absorción nutritiva.

El olivo es un árbol robusto, capaz de resistir, en invierno, temperaturas por debajo de los 6/7 grados bajo cero, y de soportar largas sequías en verano.

Ciclo de la planta

De 0 a 7 años: implantación improductiva

De los 7 a los 30 años (aproximadamente): crecimiento con aumento continuo de la productividad (el principio de la producción, con sistemas tradicionales, se da a los 15/20 años; con sistemas modernos, a los 5/10 años)

De los 35 a 150 años: madurez y producción masiva

Más allá de los 150 años: se inicia el envejecimiento, aunque con productividad notable durante siglos y, ocasionalmente, milenios
La recolección de la aceituna, fruto del olivo.
Llegados los fríos del mes de Diciembre, es época idal para recolectar las aceitunas pues ya estarán en su momento óptimo de madurez. Para ello se utilizan diversas técnicas más o menos sofisticadas, ya sea de forma manual, o mecanizada. En nuestro caso las siguientes son las más comunes:

  • Vareo sobre redes: las ramas son sacudidas a través de bastones más o menos largos, hasta provocar la caída de las aceitunas en las redes extendidas en el suelo para su posterior vaciado. Existen bastones con extremidad accionada mecánicamente que, sin embargo, provocan daños a las hojas y a las frondas.
  • A mano o a máquina: son las aceitunas que se recogen después del vareo sobre redes. Aquellas que están o estaban ya en el suelo. Una de las máquinas utilizadas son los llamados rodillos de pinchos que atrvés de unos alambres "pinchan" la aceituna y las hace caer a un pequeño depósito que tiene la maquína.
  • Sacudida mecánica: (menos utilizada) es la técnica más innovadora. La separación de las aceitunas es provocada sometiendo el tronco y las ramas a la acción de un sacudidor. Éstos se enganchan con unas mordazas a la planta y la hacen vibrar hasta hacer desprender las aceitunas y hacerlas caer sobre las redes. Este sistema requiere árboles con postura adecuada para el uso de la maquinaria y resulta hasta hoy en día poco difundido.
Una vez recogidas han de limpiarse de las hojas y posibles piedras que se hayan cogido a través de la criba; elemento propio para limipar las aceitunas a través de unos hierros finos separados a una distancia justa que cae la suciedad y la aceituna corre hasta un cubo puesto al final de la máquina.

Recolectada la aceituna, se traslada a la almazara o molino en donde se criba y se lava con agua fría para eliminar hojas e impurezas. Posteriormente es almacenada en pequeñas pilas a la espera de ser molida.

Las instalaciones tradicionales en las que se extrae el aceite de oliva reciben el nombre de almazaras, nombre procedente del árabe (al-mas'sara) que significa 'extraer', 'exprimir'.

Para obtener un aceite de calidad la aceituna debe procesarse en las 24 horas siguientes a su recogida. Se procede a molerla en un mortero o molino de rulo, donde se tritura para romper los tejidos en los que se encuentra el aceite pero sin romper el hueso. La pasta que resulta se prensa envolviéndola en capazos redondos de esparto, que actúan como desagües, filtrando los líquidos y reteniendo los sólidos. El líquido, trasvasado de una a otra tinaja, se decanta, por lo que libera al aceite de las sustancias que tenga en suspensión.

La pasta que resta es aún rica en aceite y se exprime de nuevo hasta tres veces más. Los residuos se conocen con el nombre de orujo. El aceite de la primera presión es el más valorado, y según se va exprimiendo de nuevo se obtienen aceites de diferentes calidades. Para obtener un litro de aceite de primera extracción se necesitan unos cinco kilos de aceitunas. El consumo durante el primer año asegura que sus cualidades están intactas. Estos aceites se conocen con el nombre genérico de aceite de oliva virgen.

La acidez de un aceite de oliva viene determinada por su contenido en ácidos grasos libres y se expresa en grados. Estos grados no tienen relación con la intensidad del sabor, sino que son una pauta para catalogar los aceites de oliva.


Los restos sólidos (una especie de pasta) son conocidos como orujo, y los líquidos, denominados alpechín, procedentes de la extracción del aceite de oliva, son aprovechados como combustibles o como abonos orgánicos.

Variedades de aceitunas (las que están en azul son las más comunes en nuestra localidad):
  • Aceituna Gordal
  • Aceituna Arbequina
  • Aceituna Hojiblanca
  • Aceituna Blanqueta
  • Aceituna Manzanilla
  • Aceituna Cornicabra
  • Aceituna Empeltre
  • Aceituna Farga

viernes, 18 de noviembre de 2011

Vecinos de ocho localidades se quejan de que no pueden beber el agua


«Llevamos un mes en el que no podemos beber el agua. Podemos usarla para bañarnos, pero no podemos consumirla ya que tienen un alto índice de trihalometanos», afirma el alcalde de Plasenzuela, Adrián González.
El problema afecta, además de Plasenzuela a otras siete localidades: Botija, Salvatierra de Santiago, Santa Ana, Ruanes, Robledillo de Trujillo, Benquerencia y Zarza de Montánchez. Esta situación está generando quejas de los vecinos de estas localidades que ven como pasa el tiempo, y tienen que seguir comprando agua embotellada o ir a cogerla de pozos.
 
Esta situación no es nueva en estas localidades que han tenido problemas de abastecimiento no hace mucho. El problema pareció solucionarse al suministrarles agua desde el canal de Orellana en febrero de este año, pero ya se indicó entonces que habría que hacer reformas en estas conducciones por las averías que se producían.
 
Adrián González comenta que una gran avería en el trasvase de Orellana es lo que ha hecho que se interrumpiera el suministro por esta vía, volviendo a tomar el agua del pantano de Zarza de Montánchez. Tienen agua, pero no se puede consumir por ser peligroso para la salud. A principios de febrero del año pasado se interrumpió el trasvase de agua desde este pantano al ser los niveles de trihalometanos tres veces superior a lo normal.
 

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Casa rural Piedras de Benquerencia

La Casa Rural Entre-piedras cambia su nombre por el de Casa Rural Piedras de Benquerencia. En el siguiente enlace pueden seguir realizando sus reservas y poder alojarse en esta magnífica casa rural.

http://www.piedrasdebenquerencia.com/

martes, 1 de noviembre de 2011

Noviembre, mes de las ánimas y de la reflexión.


En Extremadura como en el resto del país, se celebra desde tiempos remotos, la festividad católica de todos los Santos en el mes de Noviembre.

Es una festividad familiar para reunirse e ir al cementerio o campo santo a visitar a los familiares que allí se encuentran enterrados. La tradición manda que se adornen con flores las tumbas de los familiares y se aprovecha para limpiar, pintar nichos y lápidas y poner velas en señal de duelo y luto por los fallecidos.

Pero no todo va a ser tristeza. Por estos días la gente disfruta del otoño en el campo y se asan las castañas al fuego de una buena lumbre al aire libre, se comen los membrillos, las nueces, boniatos, escaldaillos y las primeras granadas. Son costumbres que van dejando paso a tradiciones anglosajonas como es Halloween.