jueves, 28 de octubre de 2010

De Arroyomolinos…higos, manjar que la naturaleza pone al alcance de la mano

Los higos secos son conocidos desde tiempos remotos por sus propiedades energéticas, además de ser muy agradables al paladar por su sabor dulce y por su alto contenido en fibra; son muy digestivos al ser ricos en cradina, sustancia que resulta ser un excelente tónico para personas que realizan esfuerzos físicos e intelectuales

A principios de agosto, comienza en nuestros pueblos la recogida de los higos, ésta se hace a mano, y de forma gradual, ya que el fruto no madura a la vez; es tradición en este proceso la ayuda de mano de obra de amigos, vecinos y familiares que por estas fechas nos visita disfrutando de sus vacaciones estivales.

Para adelantar el secado del higo, se varean las higueras con una vara que suele ser de madera de castaño. Al día siguiente se procede a la recogida del fruto, en este proceso, en los últimos años se están utilizando sopladoras, que amontonan los higos, haciendo más fácil y rápida la tarea. Una vez recogidos se escogen en la "baranda", (utensilio de hierro con cuatro patas que sostiene una bandeja de barrotes separados a 1 cm que se coloca inclinada). Este proceso permite limpiar de tierra y piedras, además de retirar los "picaos" y "vanos". Del fruto seleccionado se apartan los más frescos que se echaran en "paseras" para exponerlos al sol, en las puertas de las casas o en el propio campo; se suelen utilizar para este proceso lonas que hacen más fácil su recogida.

Una vez "secos" se amontonan en el suelo, dándoles vueltas con una pala de madera durante varios días para que se "amielen". De ahí el dicho "Por San Miguel los higos, son miel y por la Virgen de Agosto, puro mosto" ya que es en estas fechas cuando comenzamos su recogida.

La comarca de Montánchez y Tamuja es la productora por excelencia de higos a nivel nacional, donde la variedad calabacita verde es de gran importancia. Tiene menor relevancia la calabacita negra de piel más fina, el verdejo que es más áspero, y el blanco; estas últimas se utilizan para la alimentación del ganado o estrío. La variedad más tardía es la oñigal, de mayor calibre, que suele plantarse en los corrales de las viviendas, para consumo propio.

Además de la producción de Arroyomolinos, debemos destacar la de Almoharín, Alcuéscar, Albalá, Valdefuentes, Valdemorales y Zarza de Montánchez. Se recogen unos 2.000.000 de kg. Ésta producción es prácticamente ecológica,(aún no se comercializa con este sello) ya que en su cultivo se utilizan productos sin aditivos químicos, como es el estiércol del ganado.

Desde hace unos años, se está recolectando el higo fresco desde mediados de julio; que se lleva directamente a la Cooperativa, donde se introduce en cámaras frigoríficas para su posterior salida al mercado. Se comercializan para el envasado en almíbar, mermeladas, etc., de los que los paladares más exigentes pueden disfrutar a lo largo de todo el año.

Los higos secos los podemos encontrar en el mercado manipulados con diversos productos, como chocolate (el famoso bombón de higo), aguardiente (licor de higos), pan de higo, mousse de higo, etc.

Una receta medicinal muy usada en nuestros pueblos, es cocer los higos con unas ramitas de hierbabuena, se cuela el almíbar y se toma como remedio para los primeros resfriados del otoño.

Por estas fechas, cuando el frío se va adueñando de nuestros hogares, es tradición que al calor de la chimenea o al del brasero en la mesa-camilla, realizar "casamientos" abrir los higos e introducir en ellos bellotas, nueces o castañas; frutos de los que podemos presumir de una buena selección en nuestra comarca.

( Aurora Gutiérrez Gil. Alumna del Taller de Empleo Tamuja (Turismo Ambiental). Mancomunidad Integral Sierra de Montánchez. )


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