En Extremadura como en el resto del país, se celebra desde tiempos remotos, la festividad católica de todos los Santos en el mes de Noviembre.
Es una festividad familiar para reunirse e ir al cementerio o campo santo a visitar a los familiares que allí se encuentran enterrados. La tradición manda que se adornen con flores las tumbas de los familiares y se aprovecha para limpiar, pintar nichos y lápidas y poner velas en señal de duelo y luto por los fallecidos.
Pero no todo va a ser tristeza. Por estos días la gente disfruta del otoño en el campo y se asan las castañas al fuego de una buena lumbre al aire libre, se comen los membrillos, las nueces, boniatos, escaldaillos y las primeras granadas. Son costumbres que van dejando paso a tradiciones anglosajonas como es Halloween.
Está muy bien trabajado Juan. Enhorabuena.
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